Oración por el Coronavirus

Pin

Las oraciones son una herramienta con la que las personas que son cristianas agradecen a Dios, por el día, por su persona y su familia, pidiendo siempre protección. Una de las mejores ventajas de las oraciones nocturnas es que podemos ir a la cama a descansar profundamente gracias a la fe que ponemos en cada una de nuestras palabras.

Hacer una oración por las noches a Dios nos ayuda a hacer un balance de todo lo que ha ido pasando y seguro que Dios no sigue bendiciendo a cada minuto.

Ahora estamos viviendo un momento muy feo debido a esta pandemia con el coronavirus  y por tanto es necesario e importante reforzar esta oración, pidiendo protección y fortaleza para estas difíciles semanas.

Oración por el Coronavirus

Es muy importante que a la hora de hacer esta oración estemos tranquilos y en paz con nosotros mismos. Tenemos que valorar cada tiempo vivido porque no sabemos cuánto tiempo estaremos en este mundo. En consecuencia tenemos que estar agradecidos y dar las gracias a dios siempre por un día más.

Antes de comenzar la misa en la iglesia de Santa Marta, el papa Francisco invitó a orar con fuerza por los pacientes con el coronavirus y por los profesionales de la salud que enfrentan esta pandemia:

Sálvame señor y dame misericordia. Mi pie está en suelo firme. En la asamblea bendeciré al señor. Padre mío, ahora que se han silenciado las voces y se ha calmado el clamor, aquí al pie de la cama mi alma se eleve a ti, para decirte: Yo creo en ti, te amo con todas mis fuerzas, Gloria a ti, Señor. Dejo en tus manos el cansancio y la lucha, las alegrías y las decepciones de este día dejado atrás. Si los nervios me traicionaron, los impulsos egoístas me dominaron, si cedí al rencor o la tristeza, ¡perdóname Señor! Ten piedad de mi. Si he sido infiel, si he dicho palabras vanas, me dejo llevar por la impaciencia. Si fui una espina para alguien, ¡lo siento, Señor! No quiero que esta noche me entregue a dormir, sin sentir en mi alma la seguridad de tu misericordia, tu dulce misericordia, enteramente libre, Señor. Te doy gracias, Padre mío, porque has sido la sombra fresca que me ha cobrado a lo largo de este día. Te agradezco porque, invisible, cariñoso, envolvente, me has cuidado a lo largo de estas horas. Señor, todo a mi alrededor  es silencio y calma. Envía al ángel de la paz a esta casa. Relaja mis nervios, calma mi espíritu, libera mis tensiones, inunda mi ser de silencio y serenidad. Cuídame, querido padre, mientras me entrego al sueño, como un niño dormido feliz en tus trazos. En tu nombre, Señor, descansaré tranquilo. Amén.

Si este artículo resonó contigo, te invito a seguirme en mi perfil de Pinterest, donde comparto diariamente inspiración para nutrir el alma y elevar el espíritu. ¡No te pierdas la magia de cada nuevo contenido! Sígueme y acompáñame en este viaje de conexión y transformación.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Subir